Andrea, de 21 años y huérfano de madre, se dedica a los negocios de su padre, un conocido anticuario que ejerce una fuerte influencia sobre él. Un encuentro casual con Tony, su exentrenador en la escuela hípica de San Rossore, lleva a Andrea a creer que puede volver a ser el jinete ganador que era antes de abandonar las carreras. Desafortunadamente, el único caballo que Tony está dispuesto a darle es Laghat, un pura sangre excepcional pero con una grave discapacidad visual. Esto marca el inicio de un desafío deportivo y personal para Andrea que lo hará madurar no solo como jinete, sino también como hombre.