El 27 de agosto de 2021 se cumplieron 500 años de la muerte del compositor Josquin Desprez, el artista que marcó musicalmente el Renacimiento y en cuya música se entrenan aún hoy todos los músicos. Nacido en la frontera entre Bélgica y Francia, su carrera se dividió principalmente entre Italia y Francia. En Milán (donde fue cantor y compositor de Ludovico el Moro), Leonardo Da Vinci lo retrató en su “Ritratto di musico”. En Roma, cantó para el Papa en la Capilla Sixtina durante cinco años. Es músico de al menos dos reyes de Francia. Baldassarre Castiglione atestigua que en las cortes de su época sólo se apreciaba la música si estaba compuesta por Josquin. Lutero le llama “el maestro de las notas”. Y cuando sus contemporáneos quieren hacer comparaciones, tienen que recurrir a Miguel Ángel. No menos que en el caso de Shakespeare, ejércitos de eruditos y entusiastas siguen persiguiendo las huellas de su misteriosa figura. Y la fascinación que ejerce su música, ayer como hoy, es incalculable.