Adriano se despierta en una habitación de hotel junto al cadáver de su amante, Laura. La puerta está cerrada por dentro y no hay indicios de que haya nadie más en la habitación.
A pesar de que afirma su inocencia, el hombre es acusado de asesinato y elige a Virginia Ferrara, una veterana abogada criminalista que nunca ha perdido un juicio, para decidir la estrategia defensiva. Los dos sólo tienen tres horas para preparar el caso, desacreditar a un testigo clave que acusa a Adriano y encontrar las pruebas clave que confirmen su inocencia. Entre la espada y la pared, Adriano se ve obligado a revelar toda la verdad al abogado…